Trekking de Tilcara a Calilegua

Trekking de Tilcara a Calilegua, la travesía soñada

El primer día fue el gran ascenso.

Llegamos a la altura máxima de estos días 4200 msnm. Sentí una sensación de objetivo cumplido, ya que temía mucho a no tolerar la altura.
Fue hermoso como antes de comenzar éste trekking de Tilcara a Calilegua, nos encomendamos a la Pachamama (madre tierra) y como en cada etapa lograda le agradecíamos colocando una piedra en la apacheta del lugar.
La emoción del primer día no fue sólo esa, sino que al llegar al primer refugio Coquena, en Yuto Pampa, donde nos recibió de maravillas Noemí y sus mascotas.
Aquí, donde las nubes estaban a nuestros pies. Con ese paisaje había soñado, y es el que nos acompañó los primeros tres primeros días. Era imposible dejar de mirar y entender lo que era abarcar con nuestros ojos cada detalle del cielo y de las montañas.
El refugio de paredes de adobe, piso de tierra, estaba en impoluto estado. Y ahí en las más lindas cuchetas, dormimos la primer noche de ésta travesía de tres.

El segundo día de trekking de Tilcara a Calilegua

Pasó acompañado de la majestuosidad de la quebrada y de otros pequeños grupos que íbamos cruzando y con quienes por momentos nos acompañamos y asistimos también.
La segunda noche fui en el refugio de doña Lila, en Molulo. Quien nos esperó con una merienda de las tortas fritas más ricas que haya comido!
Luego fuimos a buscar agua montaña abajo, pasando por una escuelita donde viven 20 días al mes 9 niños de jardín y primaria con 4 maestras. Tristemente hace muchos meses están sin bomba de agua, con lo cual deben bajar la montaña para abastecerse.
La cena de doña Lila fue un lujo. Guiso de lentejas y de segundo plato sopa, sí porque allí, en la montaña, la sopa es el segundo plato.
Todo esto fue en torno al fogón, donde el grupo, el cual ya se había constituido como la familia de la montaña, cenamos cantamos, contamos historias reímos mucho y por supuesto brindamos por otro día más de montaña.

El tercer día de trekking de Tilcara a Calilegua

Nos despedimos de doña Lila y su familia. Para retomar el andar, a veces a ritmo más ligero, con chistes, entre tanto, alguna canción también, hasta que llegó la segunda pendiente que nos acalló de pronto, jajajaj o por lo menos a mí.
Confieso que sin la ayuda de Benito, nuestro lugareño guía y mi compañera Flor, me hubiese sido imposible no quedar rezagada.
Pero por fin esa prueba también la pasamos y al bajar el cerro, poco después estábamos llegando al último refugio. «Refugio Ramona, en San Lucas. Donde Alicia nos preparó la merienda con panes al horno de barro y lo mejor de todo, por lo menos hasta ese momento, una ducha caliente!!!
El refugio de doña Alicia, también era de ladrillos de adobe, pisos de tierra y como los otros dos la cocina y baños estaban separados de las habitaciones.
La cocina de Alicia merece mención especial. Con fogonero y horno de barro a leña también, las ollas y los frascos de especias relucían.
Esa tarde llegamos dos contingentes el nuestro de 13 caminantes más dos guías (Caio y Benito. Más Kevin el arriero de holluelos en las mejillas) El otro contingente era de 3 parejas. Por lo que la logística no sería fácil. Pero doña Alicia, con una calidez sin igual, nos deleitó y atendió de primera.

El cuarto día de trekking de Tilcara a Calilegua

El día anterior fuimos viendo como el paisaje lentamente iba cambiando. Como en una transición. Hasta llegar a las yungas, copiosa de vegetación tierra colorada, lianas, ríos cuevas, precipicios, etc.
En el camino a través de los días, divisamos caseríos, iglesias, cementerios, grutas ( como la de la virgen de Guadalupe) escuelitas y hasta algún centro sanitario
Por momentos no estábamos tan solos, nos acompañaban majestuosos cóndores. Y Gracias a la sabiduría de Benito, aprendimos a distinguir entre machos y hembras.
Benito merece capítulo propio. 23 años trabajador, conocedor de las montañas, de su gente de sus plantas. Cuenta cuentos. Sabrá Dios entre tantas verdades cuántos chamullos nos decía
El típico aisito nomás ya llegamos jajajaj burda mentira piadosa para que no afloje.
Yo tenía mi preferencia. Ascender los cerros al paso acompasado de Benito y bajar al ritmo casi galopeante de Caio.
Y de pronto, llegó el final de tan hermosa caminata. Que comenzó con desconocidos y terminó con amigos. El sándwich más rico de la travesía, antes de subir a la trafic que nos llevaría a San Salvador.
El ánimo de los caminantes, nunca decayó, ni el cansancio, ni el corte de ruta hicieron que dejásemos de cantar, hacer bromas, etc.
De pronto nos tuvimos que despedir hasta la próxima.
Quedé con una sensación enorme de haber vivido momentos de exaltación por los paisajes, los más lindos que mi retina captaran.
La felicidad de haber podido hacer el trayecto de 65 km de la alta montaña más pintoresca! Con quebradas, puna, yungas, precipicios nubes a mis pies, nubes a mi alrededor y hasta nubes apenas en mi cabeza.
Cóndores, animales de granja y montaña.
Gente humilde de una inteligencia sin igual
Empezar a agradecer: a mi hermana Patri que me alentó y apoyó para que me aventurara una vez más.
– A Ivon y Gaby que por un problema en su vuelo, de casualidad compartimos el mío y fue la coincidencia más linda!
– A Carla, guía de montaña, que nos acompañó a atravesar el cerro negro deleitándonos con sus relatos y haciéndonos superar ese primer cerro de 3500 msnm.
– A Leonor, del Tilcara Hostel, que nos recibió tan bien y me hizo el peinado!
– A Kevin el arriero más joven, a Benito el guía más guapo.
– A mis compañeras y compañeros del trekking de Tilcara a Calilegua que comenzaron así y ahora son amigos.
– Y especialmente a Caio de Andes Expediciones. Que sin su excelente gestión. Sin su calidez su gentileza y su paciencia (mucha de ésta) seguramente ésta travesía no hubiese sido tan exitosa.
Chin chin y hasta la próxima! Gracias totales!!!!
Lety Leticia Ana Riera, escribió este lindo relato de lo vivido en este trekking de Tilcara a Calilegua con Andes Expediciones.

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